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En este caso, hablaré de los grupos informativos de primera atención. Primero os contaré lo que son, y después entraré en el debate, claro.
Se trata de una técnica que utilizamos en mi distrito y que, sin duda, aconsejaría para otros: básicamente, se trata de lo siguiente: una vez detectadas las grandes demandas (en nuestro centro los dos más frecuentes son el de prestaciones de mayores/dependencia y el de prestaciones económicas), se programan de manera semanal.
Así, cuando llaman para pedir cita y explican el motivo (y éste es uno de los que pertenecen a los pre-establecidos), se les asigna un encuentro en grupo, y no en el despacho de la trabajadora social. En esta sesión, se le facilita, a él/ella, y todos/as los/las participantes, todo el despliegue de recursos posibles sobre el tema en cuestión junto con los perfiles, requisitos, limitaciones, plazos... fundamentales para beneficiarse de ellos. Incluso, al hablar de su derecho a la solicitud y la reclamación, suele darse un diálogo más que interesante entre los propios/as vecinos/as.. Después de esta sesión, quien quiere, pide cita individual.
Esta técnica tiene enormes beneficios:
- Garantizar una información homogénea sobre las prestaciones
- Brindar la oportunidad de una experiencia de atención diferente en el ámbito de los Servicios Sociales.
- Facilitar un espacio donde recoger las expectativas y experiencias de los y las vecinas.
- Facilitar la relación con otros vecinos/as
- Conocimiento de otros recursos diferentes a aquellos que ya se conocen
- Descarga el tiempo dedicado a informar en citas posteriores.
- Aprovechar el potencial multiplicador de la información de las personas en sus vecindarios.
- Representan una democratización de la información, que, a veces, permanece oculta en los Centros.
- Reflexionar conjuntamente sobre la situación, sobre los recursos, el papel de los Servicios Sociales, etc.
Por otro lado, ya lo anticipé, esta técnica tiene alguna pega que siempre sale y que, básicamente, resumo en tres:
1.- En primer lugar, el conflicto que supone explicar a una persona que ha llamado para pedir una cita con un trabajador social que nuestro modo de trabajo es usando una cita grupal inicial. Por supuesto, aplicar esta técnica supone un esfuerzo en la planificación del propio centro y en el indispensable apoyo de la unidad administrativa, que es quien explica los objetivos de tal cita grupal a los ciudadanos cuando piden la cita. Hay que decir que esta resistencia es insignificante, al menos en mi distrito; en buena parte, gracias al buen trabajo de quien tiene que explicarlo.
2.- Por otro lado, existe el temor a que el/la ciudadano/a, no quiera, delante de vecinos/as, verse en un grupo sobre una determinada prestación, ya que, digamos, reconoce abiertamente su problema.
En referencia a este temor, indicar que, siempre, el grupo, se inicia avisando de que no es el espacio para contar problemas particulares, sino de informar de manera general, resolver dudas, etc. ya que para eso estará la entrevista que podrán tener con su trabajadora social posteriormente.
Puede pensarse que este reparo surgiría, más en el grupo de "prestaciones económicas". Me pregunto: tenemos 4,5 millones de parados en España: en muchiiisimas familias, tenemos a alguien en paro: ¿es algo vergonzante?. Por favor... cuando en la tele sale una persona reclamando medicamentos para la hepatitis C ¿es eso algo a ocultar? Esa enfermedad se transmite por vía parenteral: principalmente por transfusiones, o por intercambio de jeringuillas (!). ¿deben ocultarse? PUES NO: se manifiestan en la puerta del Ministerio. Y consiguen su objetivo, por cierto. Ahí lo dejo.
Parece que no acabamos de creernos, ni los propios profesionales a veces, que ser usuario/a de Servicios Sociales no es algo que alguien tenga que esconder. Trascender del problema individual a lo colectivo es uno de los objetivos más importantes de los grupos informativos.
3.- Última pega a esta técnica que suelo escuchar: puede que un porcentaje de usuarios/as, al no tener a priori un espacio individual de entrevista, se marche al conocer que no sería beneficiario de una determinada ayuda (imaginemos que no cumple los requisitos), y entonces el sistema no fuese capaz de detectar una necesidad que precisaría intervención (al margen de la prestación económica). Bueno, en este sentido, tengo que confiar en el sexto sentido de mis grandes compañeras, y en la posible cita posterior que, se les indica, deben pedir para tratar de asuntos no tratados grupalmente.
Bueno, también hay que reconocer que detrás de muchas de estas pegas, se esconden profesionales que no acaban de confiar y tienen resistencias a colocarse con un grupo de ciudadanos/as, explicarles sus derechos, recursos, etc. e instituciones que, de cara a la galería, dicen "mi gente no quiere hacer trabajo grupal", pero son incapaces de organizar el Centro/Distrito/Municipio para que este tipo de intervención sea asumida como metodología propia de trabajo (a mí dijeron en la logopedia de mi hijo que "allí el tratamiento era grupal", y ya está, sin problemas). ¿Hay algo de esto o no?
¡Ah! Y la evaluación de los y las ciudadanas, es buenísima ¿teníais dudas?
Os invito a tratarlo en vuestros centros.
Nacho
Esta semana no puedo más que poneros este ejemplo de contagio que sabe a Grecia. Os gustará.
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