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Perfil es como solemos llamar en el gremio a los requisitos que debe cumplir una persona o familia para beneficiarse de una ayuda o participar en un programa. Os podéis imaginar la cara que se le pone a cualquier ciudadano/a que está solicitando algo cuando se nos escapa lo de "no tienes perfil para esto" (alguno/a se me ha puesto de lado). Hay que tener cuidado con los palabros.
Pues bien, sabéis que ya he hablado en varias ocasiones de la fragmentación que sufrimos los Servicios Sociales, y que, a mi juicio, supone una pérdida de tiempo, dinero... y oportunidades de trabajo e intervención social con las familias.
Pues bien, sabéis que ya he hablado en varias ocasiones de la fragmentación que sufrimos los Servicios Sociales, y que, a mi juicio, supone una pérdida de tiempo, dinero... y oportunidades de trabajo e intervención social con las familias.
Si tienes un buen perfil ya tienes mucho ganado, como el mozo de la foto, jeje |
Pues sucede lo que ya sabemos: en Atención Social Primaria (lo que se llama Servicios Sociales de base), se ha limitado desde hace años el crecimiento de las plantillas (el célebre "Capítulo 1"), con mensajes como la célebre "si todos los españoles fueran funcionarios, habría colas, escasez, hambre, miseria y corrupción" (E. Aguirre >VER).
Por ello, se nos complementa habitualmente con cientos de microprogramas, contratas y subcontratas, para subsanar nuestra incapacidad (matemática, no técnica) para atender adecuadamente a las familias, principalmente, por una ratio excesiva, que no se quiere atajar y se prefiere parchear. Yo lo llamo chiringuitos, por su naturaleza de temporada.
Incluso, es curioso, en ocasiones he oído defender esto refiriéndose a ello como la colaboración del tercer sector, social o empresarial: eufemismos del neoliberalismo, creo yo. Sin embargo, a sabiendas de que es ineficiente, responde más a mantener un sistema frágil y fácilmente liquidable.
Esta estrategia es una pérdida de dinero a medio y largo plazo, ya que, cuando se trata de acompañamiento e inserción social, el que una familia pase cada año, e incluso trimestre, por programas y profesionales diferentes, es, a todas luces, no sólo una pérdida de eficacia y eficiencia, sino que perjudican finalmente a la familia, a veces de manera irremediable, dado que no puede volver a confiar en los/las profesionales que se le pongan por delante, por muy buena que sea la intención de éstos.
Tengo claro que sería mucho mejor aumentar la cantidad de profesionales de base, estables, para poder tender con mayor intensidad a quien lo necesita... pero claro, ya sabemos que lo de planificar no es muy frecuente... cuando apenas recordamos que en invierno hace frío y en verano calor, hasta que el termómetro nos lo indica... ¡como para pensar a largo plazo!.
Por ello, cuando atendemos a alguien, y en la más pura función de guardias de tráfico, tenemos que rebuscar en los diferentes protocolos y papeles... a ver si tiene perfil para alguno... y en ocasiones.. ¡ SI! ¡EUREKA!; en otras no, y en otras, por poco, pero claro... Y es que , si cada persona es un mundo y cada pareja, un universo... cada familia... un cosmos, así que, a veces, encontrar a alguien que cumpla el perfil requerido en algunos programas es como encontrar un trébol de cuatro hojas: IMPOSIBLE. E incluso, en ocasiones, los trabajadores/as sociales nos vemos en la triste obligación de hacer uso del marketing (para que luego nos digan que no sabemos vender lo nuestro, jeje): para meter, como quien usa un calzador, a alguien en un centro/programa/ayuda.
Y digo yo marketing ¿o cirugía estética en el informe social?.
En fin... claro, con este abanico de microrecursos disgregados, aparte de la locura en la que nos movemos los profesionales, la persona o familia en cuestión ya no sabe a qué clínica estética tiene que acudir para tener el dichoso perfil que le dé la oportunidad que necesita.
Por cierto: este verano dedicaré varias entradas a diversos tipos de chiringuitos (lecturas veraniegas, jeje) que nos rodean , porque, algunos, no tienen pérdida.
Un abrazote y mucho ánimo.
Nacho
Os dejo con Nirvana: Smells like Teen Spirit. Creo que viene a ser una crítica a un sistema que va dejando perderse generaciones ofreciendo tontadas para entretenerlas...
OFERTAS DE EMPLEO>>ver
Por ello, se nos complementa habitualmente con cientos de microprogramas, contratas y subcontratas, para subsanar nuestra incapacidad (matemática, no técnica) para atender adecuadamente a las familias, principalmente, por una ratio excesiva, que no se quiere atajar y se prefiere parchear. Yo lo llamo chiringuitos, por su naturaleza de temporada.
Incluso, es curioso, en ocasiones he oído defender esto refiriéndose a ello como la colaboración del tercer sector, social o empresarial: eufemismos del neoliberalismo, creo yo. Sin embargo, a sabiendas de que es ineficiente, responde más a mantener un sistema frágil y fácilmente liquidable.
Esta estrategia es una pérdida de dinero a medio y largo plazo, ya que, cuando se trata de acompañamiento e inserción social, el que una familia pase cada año, e incluso trimestre, por programas y profesionales diferentes, es, a todas luces, no sólo una pérdida de eficacia y eficiencia, sino que perjudican finalmente a la familia, a veces de manera irremediable, dado que no puede volver a confiar en los/las profesionales que se le pongan por delante, por muy buena que sea la intención de éstos.
Tengo claro que sería mucho mejor aumentar la cantidad de profesionales de base, estables, para poder tender con mayor intensidad a quien lo necesita... pero claro, ya sabemos que lo de planificar no es muy frecuente... cuando apenas recordamos que en invierno hace frío y en verano calor, hasta que el termómetro nos lo indica... ¡como para pensar a largo plazo!.
Por ello, cuando atendemos a alguien, y en la más pura función de guardias de tráfico, tenemos que rebuscar en los diferentes protocolos y papeles... a ver si tiene perfil para alguno... y en ocasiones.. ¡ SI! ¡EUREKA!; en otras no, y en otras, por poco, pero claro... Y es que , si cada persona es un mundo y cada pareja, un universo... cada familia... un cosmos, así que, a veces, encontrar a alguien que cumpla el perfil requerido en algunos programas es como encontrar un trébol de cuatro hojas: IMPOSIBLE. E incluso, en ocasiones, los trabajadores/as sociales nos vemos en la triste obligación de hacer uso del marketing (para que luego nos digan que no sabemos vender lo nuestro, jeje): para meter, como quien usa un calzador, a alguien en un centro/programa/ayuda.
Y digo yo marketing ¿o cirugía estética en el informe social?.
En fin... claro, con este abanico de microrecursos disgregados, aparte de la locura en la que nos movemos los profesionales, la persona o familia en cuestión ya no sabe a qué clínica estética tiene que acudir para tener el dichoso perfil que le dé la oportunidad que necesita.
Por cierto: este verano dedicaré varias entradas a diversos tipos de chiringuitos (lecturas veraniegas, jeje) que nos rodean , porque, algunos, no tienen pérdida.
Un abrazote y mucho ánimo.
Nacho
Os dejo con Nirvana: Smells like Teen Spirit. Creo que viene a ser una crítica a un sistema que va dejando perderse generaciones ofreciendo tontadas para entretenerlas...
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Hola Nacho, totalmente de acuerdo contigo, es algo que nunca he entendido muy bien, sin estar consolidada la atención primaria, ratio de trabajador social por habitante, en un principio el plan concertado decía 6000 habitantes, nunca se consiguió, empezaron los programas especializados, que si equipo de inclusión, que si de familia, que para inmigrantes, que para dependendecias, y los trabajadores sociales de zona no entendían nada, ni entienden nada, porque mucho equipo ,para que al final los profesionales de los diferentes equipos terminen llamando a la UTS, y los usuarios acudiendo a la zona porque no tienen muy claro quien los atiende.Una locura, pero el problema creo que esta en quienes deciden la organización de los servicios, y a los de la primera linea le toca capear el temporal. Un abrazo y buen verano.
ResponderEliminarY seguimos sin entender nada. Por fortuna, al menos en Madrid, hemos ganado la valoración de la dependencia y las revisiones de RMI. En mi opinión, dos grandes victorias para la ASP. Ánimo. Y gracias por comentar!!
EliminarSi supieras el bien (profesional) que me hace leerte no dejarías de escribir nunca.
ResponderEliminarGracias Nacho, aun desde el anonimato sigo manteniendo que un día pediré hacer prácticas a tu lado. Para redescubrir la magia de ser Trabajador Social y no morir en el intento!!
Muchas gracias! pero si quieres hacer prácticas... tendrás que salir del anonimato, jeje. un abrazo y gracias por tu apoyo.
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