Sinceramente, y aunque seguramente reciba alguna crítica por decir esto con la que está cayendo, no me puedo resistir a comentar algunas frases de las que oigo todos los días:
1.- "Da igual el color": no, no da igual¨: la ideología sí importa: con hacer cualquier mirada al pasado reciente, basta para encontrar casos. Esta frase la repetían en los grupos que organicé con personas perceptoras de RMI en el Centro en los que estuvímos hablando de "la crisis", y también se oye allá por donde vas. Desde los despachos tenemos también la obligación de explicar las medidas que se toman en cada momento. Resulta muy visual el informe del que hablé en mi anterior entrada "las personas en exclusión no votan, y las que lo hacen, ¿a quién?"
2.- "Todos son iguales". (¿iguales en qué?) ¿todas las mujeres son iguales? ¿todos los gitanos son iguales?... por favor, esta frase parecía enterrada, pero últimamente parece ligada a los políticos. A este respecto, tengo que decir que desde hace no mucho, conozco a personas que podríamos llamar "políticos": miembros electos o que lo han estado. Es cierto que no conozco muchos (7 u 8), pero puedo decir que todas ellas - de diversos colores- son personas que se están dejando la piel (con alguno/a hablando a deshoras sobre un tema de estos) por hacer bien su trabajo - al margen de que pueda coincidir con su criterio, claro- y, cuando he hablado con ellos/as (de lo "nuestro", de Servicios Sociales), he apreciado un gran interés e incluso estoy viendo que están llevando iniciativas a las instituciones o a sus propias comisiones de partido. Cuando oigo comentarios de que "todos son iguales", sinceramente, no lo creo. Tampoco cuando dicen que todos los trabajadores sociales somos unos burócratas que no nos ponemos en el pellejo de la gente, cosa que también se oye. Hace unos días el Colegio de Madrid salió en prensa por un informe que comenté sobre la Ayudas de emergencia, leed los comentarios y veréis a lo que me refiero (el 11 no tiene pérdida) >>IR.
3.- Los políticos cobran demasiado. Creo que necesitamos políticos, BUENOS POLÍTICOS. Esos políticos, tienen que tener buenos sueldos, claro. Y tienen que tener asesores, claro. BUENOS ASESORES, ya que un Concejal puede haber sido elegido (no lo olvidemos) y no ser omnisciente: para eso están los asesores (y nosotros, de eso en el siguiente punto). Por otro lado, si no tienen buenos sueldos y ciertas seguridades, llegará el día (como en el S XIX), en el que sólo puedan dedicarse a la política los ricachones del momento (en su día aristócratas) con las consecuencias que después trajo ese tipo de sistemas. Otra cosa es la idoneidad de cada uno de ellos, el número (sobre ello hay datos muy diferentes), etc., pero, por favor, no trivialicemos.
4.- Los profesionales no podemos hacer nada. Además, nosotros, que siempre nos hemos definido como agentes de cambio social: hagamos un poco de autocrítica: ¿cuándo fué la última vez que supiste que el caso "x" se estaba demorando y escribiste un informe de queja para la administración o instancia pertinente? ¿cuándo fué la última vez que has realizado un pequeño muestreo entre tus usuarios para conocer el estado de una prestación, con propuestas y lo has mandado a tu jefatura? ¿o lo que hacemos con frecuencia es hablarlo con la compañera/o, de lo mal que está todo, y mandamos al ciudadano a casa con un "ya sabe, las cosas de palacio..."? ¿Eres de los que aportas en cuanto tienes una oportunidad, ante cualquier petición de los/las jefes/as por correos o en reuniones, e intenta participar en cualquier comisión en la que puedas dar tu opinión como técnico, o de los que piensan que "total, luego van a hacer lo que les de la gana"?... HACER ESO, ES HACER POLÍTICA. Creo que es fundamental que hagamos este tipo de cosas. Coincido con Teresa Zamanillo cuando dice en su último libro "Ética; teoría y técnica: La responsabilidad política del trabajo social" que "Es la voz política la que falta en nuestras actuaciones" (aconsejo este libro, por cierto)... y, por otro lado... ¿has firmado en el manifiesto de la Alianza Social por la Defensa del Sistema Público de Servicios Sociales? ¿sabes qué es "la marea naranja"?... creo que tenemos, aún, mucho por hacer, cada uno de nosotros.
5.- Los políticos sólo piensan en sus propios intereses, están en otro mundo. Tampoco lo comparto. A pesar de que alguien me acuse de ingenuo (seguro que un poco sí, pero la experiencia me indica que no tanto): creo que muchas decisiones políticas se toman de manera errónea más por desconocimiento que por otra cosa, y ahí enlazo con nuestro papel técnico, que con frecuencia se focaliza poco hacia"arriba": SINCERAMENTE, NOS NECESITAN para conocer qué es lo que hay que hacer, y como es lógico, si no sabemos presentar adecuadamente nuestro trabajo, dificilmente podremos defender los derechos sociales de aquellos que acuden a nuestros centros.
No olvidemos que "político" no sólo es la persona liberada para hacer política en el Congreso: las jefaturas de departamento o de coordinación de Servicios Sociales, en muchos ayuntamientos, son cargos de "libre designación", es decir, que son cargos de confianza "del político", es decir, las personas con capacidad de decisión política no están tan lejos de nuestra esfera como a veces pensamos.
Todos/as somos "políticos" de una manera u otra.
6.- "Paso de la política". No, por favor...El desinterés por la política me preocupa. Me parece dificil imaginarme a un trabajador/a social que no muestre interés por la política. A nivel de la calle, en España hay alrededor de 2 millones de afiliados/as a los diferentes partidos (de los 47 millones de españoles/as), y no creo que todos ellos sean personas con intenciones perversas: supongo que dedican su tiempo y dinero invirtiendo en lo que consideran que es mejor para su sociedad...
Con esto no quiero decir que no haya que revisar los sistemas de participación, y, por supuesto, exigir que los cargos políticos hagan bien su trabajo, que se revisen los costes, su productividad...(también la nuestra, como funcionarios a veces parece que sólo se mide nuestro trabajo por el número de horas que pasamos en un centro, pero este será objeto de otro debate) por supuesto, pero no criminalicemos ni generalicemos a la gente que trabaja para nosotros.
Sólo quiero terminar citando nuevamente el blog de Joaquín Santos : "Demonizar la política y por lo tanto las organizaciones en las que se practica: partidos, sindicatos, asociaciones de todo tipo es el paso previo al desmontaje de la democracia. Es la antesala del autoritarismo, de la demogogia, del populismo"
Ánimo
Nacho